Mi cultivo

Flores que crecen en armonía con la naturaleza de forma sostenible

Mis flores crecen en un pueblo de las Rías Baixas, donde tienen un papel fundamental en su  entorno. Son alimento para aves, abejas y otros insectos, lo que contribuye a crear un pequeño  refugio natural para la vida silvestre. 

 
Una flor Dalia en color biege junto a otras flores pequeñas de color rosa.

Variedades únicas

Mi cultivo florece entre marzo y octubre. Cada mes nos sorprenden nuevas variedades y despedimos otras. Por eso, cada ramo es especial e irrepetible. Entre nuestras flores favoritas se encuentran las dalias, las anémonas japónicas, los guisantes de olor y los cosmos.

 

Equilibrio natural

Entiendo que las flores son parte vital de un ecosistema equilibrado. Por eso, aplico prácticas de permacultura y agricultura regenerativa. Para que mis flores sean también, alimento que  vuelve a la tierra.  

Para crear arreglos florales, no utilizo espuma floral derivada del petróleo, aerosoles ni  plásticos de un solo uso.  

Mi objetivo es que todo el proceso sea lo más sostenible posible.

Una mano en un jardín lleno de flores de colores rosas y blanco y está cogiendo una blanca.
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